Furioso nacimiento. En las estatuas
aparece la yedra.
Qué cruel desnudez el ser mordido
por las vegetaciones y las lágrimas
hasta el postrero día en que la nieve
de la carne se apiade y de la piedra.
Que se borren las formas
y que sólo lo blanco
se extienda, indefinido e impensable,
bajo la noche eterna.